domingo, 20 de mayo de 2012

Pintura Japonesa (SUMI-e)

      El día 18-5-2012 practicamos en clase la Pintura Japonesa (SUMI-e) con Luciana Rago.
SUMI significa tinta; -e significa pintura; por lo que SUMI-e significa pintura con tinta.
Este estilo de pintura surgió en China en el S. XII, pero la transportaron a Japón. Es una técnica de carácter naturlista y se necesitan los siguientes materiales:

  • SUMI= tinta
  • SUZURI= tintero
  • FUDA= pincel
  • KAMI= papel: se usa papel de arroz, de bambú, etc.
      Para los japoneses el nombre del autor no es tan importante como aquí. Ellos crean un sello, no el nombre, por eso es muy complicado conocer al artista de la obra.  La particularidad de esta pintura es que no necesita retoques, una vez pintado ya no hay marcha atrás.

      Se pueden pintar diferentes motivos. Aquellas personas que sean capaces de pintar estos motivos, son capaces de pintar cualquier cosa: 
  • Bambú: que es el que nosotros hemos practicado en clase.
  • Orquídea: elegancia interior.
  • Crisantemo
  • Cerezo florecido: carece de hojas, pero abundan las flores.


      En clase hemos practicado el motivo del bambú que parece fácil, pero no lo es. Empezamos practicando para familiarizarnos con la tinta y el pincel, ya que son desconocidos para nosotros. los materiales que hemos necesitado han sido: tinta china, pinceles, jarra con agua, guías telefónicas o periódicos. 
      El primer ejercicio consistió en realizar círculos en papel de guía telefónica o periódico( son los papeles que más se parecen al papel de arroz). El pincel siempre debe estar mojado.


El segundo ejercicio consistía en realizar lineas para conseguir un trazado uniforme y controlar el pulso.





      Al finalizar estos dos ejercicios de práctica, procedimos a realizar las hojas de bambú, las cuales nos costaron bastante pintar, ya que es un arte que parece fácil pero se necesita mucha práctica.



      Tras mucho esfuerzo y muchos intentos, conseguimos dominar el pincel y crear unas bonitas hojas de bambú, con la ayuda de la encantadora y paciente Luciana Rago.  Nos encantó esta técnica y fueron dos horas amenas y divertidas que no nos importaría repetir. 


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